Nervios

Qué bien sienta volver a empezar después de unas vacaciones como las de este año! No pintaban muy bien pero el balance es muy positivo, sobre todo después del magnífico Sábado en el que mi madre accedió a ir al balcón. Lo que nos ha costado! Pero ha valido la pena y mis padres lo saben, no solo por el simple hecho de ver las procesiones sino porque es un paso, un granito y un lazo más entre las dos familias. Tengo que agradecerle la gran acogida a Milagros, a Marisol, Ana y José Luis, a la madre y el tío de Rocío, a Rosarito y Miguel, a Ángela, María y Manuel: Gracias a todos por portaros con ellos como si fuese yo mismo, que siempre me tratáis como uno más de la familia.

Ahora acabo de terminar de ordenar un poco y de limpiar el cuarto de baño. Toca estudiar, bueno, más bien terminar un trabajo que corre prisa, pero quería volver a escribir en el blog. A partir de ahora más asiduamente, sin pensar en quién lo va a leer, como me dice hermanita, aunque sea inevitable.

Esta Semana Santa no he visto tantas cofradías como otros años. He intentado compaginar mi madre con los amigos y creo que más o menos lo he conseguido. Quizás se merezcan todos un poco más de mi tiempo, pero es el que tengo para hacer tantas cosas. Me da pena por mi madre que casi nunca me disfruta, y para una vez que viene a Sevilla y puedo estar con ella... pero creo que se ha ido satisfecha (vuelvo a recordar la tarde del sábado).

Mención especial en este post al descubrimiento de la temporada que, aunque ya la conocía un poco de antes, hemos pasado un par de días saliendo con ella (a todo esto ¡Gracias Fiorentina!) y con las compis de trabajo de Rocío, que son todas geniales. He empezado a recordar ese año que viví mi pseudoerasmus con Giuseppe, saliendo de madrugada los días entre semana y conociendo a gente nueva, que siempre es un soplo de aire fresco entre la rutina de siempre.

Y enlazando con la erasmus, ya sólo quedan 3 días para conocer el destino Eramus 2008/2009. Qué nervios! Me los ha transmitido Rocío porque hasta hoy estaba muy tranquilo sin pensar nada de nada, ni si quiera que es mi cumpleaños. Y eso que era el tema principal en todas las conversaciones. Ya todo el mundo sabe que si me la dan, nos vamos juntos.